lunes, 10 de agosto de 2009

POR FIN ME VALORAN

Después de haber pasado por varios canales en 20 años de carrera periodística y de haber sido relegado por mi honestidad, imparcialidad por mi servicio al proletariado, por vivir una vida sin lujos y lejos del dinero puedo decir que hoy todo este sufrimiento ha llegado a su fin y por fin soy valorado.


Comencé muy joven en 1988 de reportero en Ecuavisa aunque por mi talento y entrega a las causas justas debía haber ocupado el puesto de subdirector regional de noticias pero como siempre ese tipo de puestos están ocupados por sirvientes de la oligarquía y la extrema derecha, así estuve durante 8 años aproximadamente hasta que decidí cambiar de aire y fui a Gamavisión ahí tenía una sección integramente dedicada a la denuncia social y a tratar los problemas de los mas pobres y por lo tanto los mas necesitados. Ahí estuve dos años pero al ver que no me valoraban y contrataban sirvientes de la oligarquía para guiar el curso de las noticias que emitíamos al pueblo decidí salir y volver a mi antiguo canal porque el dueño me prometió que iba a tener mas espacio en pantalla y que mi programa de "la vida real" se iba a transmitir dos veces a la semana e iba a tener total libertad para presentar mis casos de denuncia social que siempre han sido los motores guiadores de mi vida.

Todo iba bien se cumplía con lo estipulado por parte de mis jefes pero otra vez desviaron el curso y contrataron para jefes de noticias a personas que fueron, son y serán esclavos de la derecha, gente que había combatido desde las aulas universitarias (desde donde empecé mi labor de fiscalización), gente que nunca se ha preocupado por nadie salvo ellos, verdaderos narcisos del mundo. Pero lo peor no fue eso sino que los contrataron dos y hasta tres veces y eso no puede ser, inclusive llegaron a contratar extranjeros por encima del hombre ecuatoriano.

Decepcionado y desilusionado decidí abandonar el periodismo dedicarme a mi familia pero mientras caminaba por la oscuridad vi la luz, esa luz era Rafael Correa me dijo"Compañero Rolando, yo te valoro, tu me ayudaste desde la Universidad a fiscalizar a los corruptos a luchar contra los pelucones que estudiaban en esa universidad (también contra los falsos pelucones, los que fingen serlos sin tener un centavo en sus bolsillos rotos); ven conmigo Rolando las cosas cambiarán".

Y desde ahí las cosas han cambiado fui electo dos veces asambleísta y ahora soy vicepresidente de la Asamblea, un puesto donde podré ayudar a los necesitados de mi nación, todo gracias a mi nueva familia, la familia de la revolución ciudadana a este nuevo País que piensa por primera vez en los marginados por la oscura noche neoliberal y de la que nunca fui ni seré participe.