viernes, 10 de abril de 2009

LA VIDA DIFICIL DE UN PERIODISTA

Por: Carlos Toledo Rodríguez

Mi vida es difícil, estoy al borde del caos no me alcanza el dinero para mantener a mi esposa, mis cuatro hijos y mis amantes. Por qué ayudé a Rafael Correa cuando no tenía trabajo, soy el culpable de haberle dado cámara e invitarlo a los debates cuando nadie lo conocía, creé un monstruo, me mordió la mano me envió al mástil mayor de un barco y ahora le cobra los impuestos a mis patrones, esto me perjudica, si mis patrones pagan los impuestos como van hacer para pagar mi sueldo de dieciséis mil dólares mensuales. Esto ha llevado a un drástico cambio de vida que me ha sumido en una gran depresión. Ahora mi rutina diaria se limita a lo siguiente:
En primer lugar me despierto a las siete de la mañana, me dirijo al baño y cepillo mis dientes y me baño, después de lo cual me visto y salgo a desayunar con mi familia al hotel Hilton Colon o al Oro Verde ya que mi esposa no puede prepararme el desayuno ya que una dama de la alta sociedad no puede hacer ese trabajo que es de mujer pobre y la empleada que tengo y a la que le pago ciento sesenta dólares no sabe cocinar.

Luego regreso a mi casa dejo a los niños en el Colegio (el mas caro de la ciudad), porque mis hijos merecen lo mejor, luego pongo quinta y me dirijo hacia mi oficina la cual me recibe con un potente aire acondicionado, le digo a mi secretaria que no me pase llamadas, cierro la puerta y enciendo la computadora navego hasta las doce del día en internet busco temas relacionados a mi profesión historias de cine, un poco de pornografía, leo los periódicos virtuales del mundo y de repente me doy cuenta que me he sumido en el trabajo demasiado y que se me pasaba la hora de almorzar, me levanto rápidamente de mi asiento enciendo mi automóvil importado como el de mi ex amigo Carmigniani (me robó mi amante) y voy a la Cuisine de France donde almuerzo y permanezco por dos horas para hacer buena la digestión.

Después de estas dos horas almorzando regreso a la oficina y me recuesto en el sofá y me dedico a enviar mensajes de texto con mi blackberry de última generación y para terminar mi agotadora labor escribo durante una hora el editorial que será publicado al siguiente día o elaboro el guión del noticiero de la mañana y se lo entrego al chico que se encarga de ponerle las comas y los puntos para que yo no quede como un tonto que no sabe de gramática.


Desde luego que termino agotado y agobiado por lo que necesito ir y refrescarme en una discoteca o en un bar de unos de mis amigos donde consumo licor gratis, después de refrescarme y desestresarme regreso a mi casa como soy buen padre y esposo, encuentro a mis hijos dormidos y a mi esposa viendo la novela en el televisor de 44 pulgadas con sonido digital de cine. Pueden creer ustedes que esta labor la repito durante todo el mes y así sucesivamente, como es de esperar solicito vacaciones cada seis meses y me voy a viajar por Disney y Europa recorro Rotherdan y Río de Janeiro.


No es en vano mi temor, imaginense si le siguen cobrando a mis jefes los impuestos que no han pagado durante años es obvio con ese dinero nos pagaban a nosostros sueldo de mas de cinco mil dólares por eso no reportaban utilidades de ninguna empresa pero ahora que hay un mal Presidente que está haciendo cumplir la ley, tienen que pagar y a nosostros los verdaderos trabajadores, los forjadores de esta patria, la voz moral de la nación nos tratan como simple peones. Esto no puede ser, no podré viajar por Disney, no cobraré mi sueldo mísero (16000 dólares). No es justo ser tratado así demando justicia.

No hay comentarios: